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Alejandra González: la importancia del yoga oncológico en la recuperación de la autoconfianza

Alejandra es ingeniera y profesora de yoga desde el corazón y espíritu. Vivió personalmente la experiencia del cáncer de mamas. El yoga no fue solo su herramienta de autoconocimiento en este proceso de cáncer sino que se ha convertido, junto a la meditación, una forma de vida que le ha ayudado a conocerse, estabilizarse y romper pautas típicamente sociales. Ahora Alejandra pone al servicio de otras mujeres este conocimiento tan maravilloso que es el yoga.


La importancia del yoga terapéutico


Nosotras: ¿De qué se trata el curso de yoga alternativo para mujeres que se recuperan de cáncer?

Alejandra González: Yo prefiero hablar de un yoga oncológico. El yoga está reconocido como una terapia complementaria a los tratamientos tradicionales de la medicina occidental, del tratamiento que tienen las pacientes en un hospital. Esto no es lo mismo que una terapia alternativa que no tiene ningún asidero científico, ni comprobación médica.

El yoga se ha definido como una terapia complementaria, esto quiere decir que una persona frente a un diagnóstico de cáncer puede acudir a una clase de yoga oncológico, por ejemplo, para fortalecer su musculatura, recuperar movilidad después de una cirugía, fortalecer en general su equilibrio. Hay muchas mujeres que sufren de alguna extirpación de alguna parte de su cuerpo, o que por motivos de salud pierden un poco el equilibrio, entonces con el yoga también se puede recuperar el equilibrio. Entonces, se hace una terapia complementaria al tratamiento quirúrgico, de quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia. Como el origen del yoga tiene que ver entre una conexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu, también tiene un efecto en el estado emocional de las pacientes donde tú les empiezas a dar seguridad dentro todo lo que significa el tránsito por el cáncer.


Lo que sucede en una patología como la del cáncer es que se queda muy vulnerable como paciente, te entregas en las manos de otra persona que sabe: qué es lo que tiene que pasar con tu vida, con tu cuerpo, con todo, y uno se entrega completamente. Entonces, el espacio de una clase de yoga permite recuperar esa autonomía, la autoconfianza, el control de la vida, es una cuestión muy fuerte. Sobre todo cuando eres una mujer que ha sido independiente, que genera su propio sustento económico, y de un minuto a otro queda vulnerable y no tiene idea de cómo manejar su vida y hay otros que le están diciendo todo el tiempo qué es lo que tiene y no tiene que hacer. El médico se transforma en tu tutor y pierdes totalmente la autonomía.


Dentro de una clase de yoga terapéutico enfocada en el cáncer no solamente se permite el equilibrio físico sino que también emocional, y por supuesto el plus, que dentro de mi punto de vista es lo más importante, porque permite una conexión espiritual para sobrellevar todas estas emociones que están sucediendo sobre un tránsito por el cáncer.


La experiencia íntima del cáncer


Nosotras: ¿Cómo llegaste a aprender esta técnica del yoga?

Alejandra González: Yo he practicado yoga hace 20 años. Hice un profesorado de yoga por un tema personal, porque soy muy exigente y yo quería practicar en mi casa, pero quería practicar con conocimiento. Entonces dije “tengo que saber hacer la postura como corresponde” entonces hice el profesorado de yoga y después me fui interiorizando en otros tipos, en otras prácticas y llegué a un yoga más terapéutico. Y, justo en ese momento, nada es por casualidad, me diagnosticaron cáncer de mama. En ese momento fue una lucecita y dije: “todo este tiempo me he estado preparando para este momento, todo esto que he aprendido me tiene que servir para algo, porque creo en lo que estoy haciendo”. Entonces, este es el minuto en que tengo que sacarle provecho, sacarle partido a todo lo que he aprendido y, siempre digo que, si yo no hubiese tenido el yoga en mi vida, mi tránsito por el cáncer hubiera sido super distinto, porque es un tránsito super doloroso, no solo físico sino que también emocional y mental, es un agobio, es un ahogo tremendo. Yo partía mi día con prácticas de meditación, con la práctica de yoga, y después me iba a hacer los exámenes o a la clínica o lo que tuviera que hacer con una disposición completamente distinta


Nosotras: Tuviste que pasar por ese proceso tan difícil y doloroso el de volver a rehacerse, pero creo que has sacado algo maravilloso también. Nos puedes contar sobre esa experiencia, y decir “ya estoy recuperada, ahora tengo que volcar mi vida”. ¿Cómo fue este proceso de decidir no voy a trabajar en lo que siempre he hecho, no más auto-exigirme en una sociedad altamente “exitista”?

Alejandra González: Mi primer pensamiento, no fue “¿por qué a mí?” sino que fue: “¿para qué?”, “¿cuál es el propósito, lo que la vida me quiere enseñar?”. Fue cuando decidí soltar un poco el control, que es lo que venía haciendo y dejar llevarme, porque físicamente la patología se resolvió rápidamente, pero yo sentí que emocionalmente y mentalmente no estaba recuperada, porque todavía no tenía la respuesta a esa pregunta de “¿para qué?”.


El conocimiento hay que compartirlo


Alejandra recuerda que mientras transitaba por el cáncer me daba cuenta que yo tenía herramientas que otras personas no tenían, entonces yo decía: “qué bonito sería que todas las personas que son diagnosticadas de cáncer pudieran tener la oportunidad de tener una práctica de yoga como yo la estoy haciendo”, de una práctica espiritual que les permita fortalecerse frente a un examen sumamente invasivo o donde puedan aprender técnicas de respiración que les permita calmarse o relajarse, hay momentos donde te dicen que no puedes ni respirar porque si no el examen va a salir mal mientras te provocan un dolor intenso en el cuerpo y no te puedes mover. Entonces siento que las técnicas de yoga y de otras alternativas que también fui practicando fueron super interesantes de explorar. Es ahí que yo dije por qué no difundir esto y hacer que más mujeres puedan tener esta experiencia y el cáncer no sea sólo un sinónimo de muerte y de sufrimiento sino que sea un sinónimo de oportunidades, de apertura de caminos, de autoconocimiento. Fue por eso que también decidí dedicarme a esto y dejar mi trabajo como ingeniera porque yo sentí que me había perdido a mí misma en ese “tener que ser”, lo que el resto pensaba que yo tenía que ser, tener el éxito que convencionalmente se entiende como éxito, creo que hay mucho más y siento que el cáncer vino a enseñarme eso.


Nosotras: Siento que has tomado un camino de reflexión espiritual muy importante y ahora nos quieres enseñar, ¿Cómo va a ser la clase el día 15 de diciembre?

Alejandra González: Va a ser una clase donde vas a encontrar un espacio de reconexión contigo misma, un espacio donde vas a poder reconocer y respetar tus límites, y aprenderás técnicas de relajo y sobre todo llenarte de tranquilidad




Todas las personas están cordialmente invitadas a acompañarnos este jueves 15 de diciembre a las 20 hrs. Alemania al taller de ‘Yoga y Meditación’ que será guiado por Alejandra González y Ayleen Gaviola. Recuerden que se pueden inscribir de forma gratuita enviando un correo electrónico a: Nosotrasevento@gmail.com


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