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El conservadurismo ideológico y el menoscabo de los derechos de la mujer en Polonia


Polonia transita por una revolución conservadora a manos del partido PIS (Partido nacionalista de Justicia y Ley) quien a cargo del gobierno, lleva una cruzada por revivir los valores polacos “tradicionales y cristianos”. Valores que a su entender no coinciden con los derechos reproductivos de las mujeres, el acceso a la educación sexual, la prevención de violencia de género, ni con los derechos LGTBI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, personas Transgénero e Intersexuales).


Un poco de historia


Polonia fue parte de la denominada Unión Soviética el siglo pasado, durante el comunismo la relación con las mujeres osciló entre emancipación y dependencia. Según la época y las necesidades del modelo económico soviético, las mujeres tuvieron papeles protagónicos dentro de la cadena productiva para pasar luego a ser el centro de la vida familiar y ,por ende, enfatizar su carácter reproductivo y la jefatura del hogar. Ya desde 1956, como parte de la agenda socialista la interrupción voluntaria del embarazo era legal y gratuita.

Luego del colapso del comunismo en 1989, el nuevo gobierno impulso una ley para prohibir el aborto. Un gesto que fue observado como una forma de apoyo a la agenda que la iglesia católica impulsaba como parte de su ofensiva al comunismo. No obstante, el rechazo de gran parte de la población a la nueva ley que prohibía total y absolutamente la interrupción del embarazo llevó a largas y desgastantes negociaciones que culminaron en lo que se llamo “el compromiso del aborto” en 1993. Esta nueva regulación fue un término medio entre las dos partes. Era mucho más restrictiva que su antecesora, pero permitía la interrupción voluntaria del embarazo en casos de violación, incesto, malformaciones del feto o grave riesgo para la salud de la madre.

Desde 1993 hubo intentos tanto de conservadores como de liberales para cambiar el carácter de la regulación, pero ninguna de las partes tuvo éxito. Hasta que en 2015 el partido Nacionalista Justicia y Ley (PIS) accede al poder. De la mano líder del partido, ultracatólico y nacionalista, Jaroslaw Kaczynski, el nuevo gobierno con la iglesia católica como principal aliado, se ha embarcado en cruzada por recuperar los valores nacionales, la familia tradicional y prohibir el aborto en el país. Cabe recordar que la iglesia católica mantiene un enorme poder en una nación donde el 90% de la población se identifica como católico apostólico romano.

Desde 2016 el gobierno de Andrzej Duda ha intentado imponer una ley que restringa completamente el acceso al aborto. Este primer intento generó lo que se llamaron las “Protestas Negras” en contra de la restricción de los derechos reproductivos. Estas protestas fueron de las más multitudinarias en la historia del país, lo que logró que se diera marcha atrás en la legislación. Pero la realidad es que más allá de las cuestiones legislativas el acceso al aborto bajo los terminos que la ley plantea tampoco se cumple. En la sanidad pública son pocos los casos donde los abortos por malformaciónde feto, violación, incesto o peligro de vida de la madre se practican: sólo un 10% de los hospitales acceden a realizar el procedimiento según The Federation for Women and Family Planning (FEDERA). Los profesionales de la ginecología que prestan el servicio en estos hospitales están siendo señalados por los antiabortistas, que emplean con cada vez más frecuencia técnicas de acción directa, como amenazas, agresiones físicas y/o a la propiedad de los médicos.


Una ola conservadora imparable


Debido a este panorama organizaciones polacas de defensa de la mujer estiman que entre 80.000 y 200.000 mujeres de este país viajan cada año al extranjero para practicar un aborto, lo que ha provocado la aparición de clínicas especializadas en Alemania, Noruega, República Checa con personal polaco que se dedican a asistir en el preparativo del viaje y durante todo el proceso a las mujeres que viajan desde Polonia. Organizaciones como FEDERA; Ciocia Basia (Tía Betty) con sede en Alemania y la red “Aborto sin fronteras” (Aborcja Bez Granic) se dedican a brindar a las mujeres la información necesaria que va desde ayudar en dar información sobre los medicamentos que pueden administrarse para realizar una aborto seguro y organizar el viaje al y realizar el aborto libremente. (Si usted revisa estas páginas se encontrará con testimonios donde las personas han sido perseguidas, llevadas a juicios y con un peso social muy fuerte).

En esta avanzada de conservadurismo no sólo el derecho al aborto se ve restringido. En términos de acceso a planificación familiar y anticonceptivos Polonia está rankeado como el peor país en Europa según el último estudio de European Parlamentary Forum for Sexual and Reproductive Rights (EPF). Ya desde 2017 se anuló la venta de anticonceptivos de emergencia o “pastilla del día después” sin una prescripción médica. Prescripción que muchas mujeres polacas definen como “imposible” de obtener debido a la objeción de conciencia de la mayoría de los médicos o de la negativa de aquellos profesionales, que no por una cuestión de fé sino por miedo, se rehúsan a realizar la prescripción. Otra práctica que deja desamparadas a muchas mujeres, en especial víctimas de violaciones y aquellas que provenientes de partes aisladas del país.

La nueva ley de educación sexual

De forma complementaria, la cámara baja del parlamento aprobó un proyecto de ley sobre educación sexual (diseñado como una ley de “lucha contra la pedofilia”) que criminalizaría a los educadores sexuales, maestros y grupos que brindan información sobre salud reproductiva y sexualidad a los escolares. Actualmente la educación estatal ofrece a niños y niñas a partir de los 11 años lo que definen como “educación para la vida familiar” un programa que inculca la “moral sexual católica” en libros de texto oficiales. Allí denuncian a la masturbación y la homosexualidad y presentan a las relaciones sexuales como prohibidas fuera del matrimonio (DW, 30.03.2021).

Este tipo de adoctrinamiento en complemento con la nueva ley de “lucha contra la pedofilia” permitiría a el PIS despojar de cualquier posibilidad de acceso a educación sexual completa y laica a las futuras generaciones polacas.

La nueva ley de educación sexual todavía no ha sido ratificada, pero ha levantado repercusiones debido a su tono abiertamente homofóbico confundiendo, en muchas de las argumentaciones de sus defensores, la pedofilia con la homosexualidad. Y es que, si hablamos de la cruzada de PIS por recuperar la moral y los valores nacionales, no podemos dejar pasar la abierta obsesión del partido por el colectivo LGTB a quienes acusan de promover una agresiva ideología foránea que promueve la homosexualidad y amenaza la “familia heterosexual tradicional polaca”.

Durante su campaña de reelección en junio, el Presidente Duda firmó una "Carta de la familia", que incluía compromisos para evitar que las parejas homosexuales se casaran o adoptaran hijos y prohibir la enseñanza sobre temas LGBT en las escuelas. Como consecuencia de esta iniciativa diferentes zonas del país han pasado a ser denominarse “Zonas libres de ideología LGTB”. Lo que ha sido el desencadenante de reacciones en la Unión Europea las cuales califican al gobierno polaco como una amenaza al estado de derecho. Pero no han sido las reacciones de Bruselas, las únicas que han levantado las alarmas sobre el régimen polaco. En su informe de 2019, “The Breath of the Government on My Back” (“Con el gobierno respirándome en la nuca”), Human Rights Watch (HRW) detalla el ataque sostenido contra los grupos de derechos de las mujeres que ha tenido lugar debido al accionar del PIS. La policía ha allanado las oficinas y confiscado documentos y computadoras de los grupos que defienden los derechos reproductivos y a las víctimas de violencia doméstica, generalmente por razones ilegítimas. Esto ha contribuido a crear un clima de miedo para los defensores de los derechos de las mujeres que los ha estigmatizado a los ojos del público. También ha habido recortes drásticos en el financiamiento gubernamental de las organizaciones de derechos de las mujeres, lo que ha resultado en una reducción importante en su trabajo de salud sexual y reproductiva.

El aborto y los derechos de las mujeres serán tabú

Las diferentes estrategias de Kaczynski y sus colaboradores por hacerse con el monopolio del poder han llevado a socavar las instituciones democráticas al punto de ir eliminando la división de poderes que garantiza el Estado de derecho. Es así como el Tribunal Constitucional uno de los órganos más importantes de supervisión democrática se mantiene bajo el control del PIS. Este instrumento posibilitó vehiculizar la restricción del aborto ya no de forma parlamentaria sino judicial. El argumento se basaba en la incompatibilidad del aborto por malformaciones fetales graves con la constitución. En 2019, el aborto por malformación del feto supuso el 97 por ciento de los 1.110 abortos que se practicaron en hospitales polacos.

Este cambio de estrategia posibilitó que el pasado octubre entre medio de la confusión de la pandemia el Tribunal Constitucional declarara la interrupción del embarazo por malformación, ilegal. Desmantelando el último bastión de legalidad en la ya hiper restrictiva ley sobre el aborto. Pero este no fue el único embate hacia los derechos de las mujeres durante la pandemia. El ministro de Justicia, Zbigniew Ziobro, anunció la intención de Polonia de retirarse de la Convención de Estambul por tratarse de un convenio que “está impregnado de ideología de género” contrario a los valores polacos. Así como en Turquía, la salida de Polonia de la Convención implicaría un grave retroceso en la prevención y manejo de la violencia de género. Aunque son estadísticas incompletas las cifras de 2019 muestran una realidad donde la violencia de género es un tema lejos de ser solucionado en Polonia: más de 65.000 mujeres y 12.000 niñas y niños denunciaron incidentes de violencia en el ámbito familiar o fueron consideradas víctimas de ellos. Ese año sólo de abrieron 2.527 investigaciones por violación y las ONG calculan que el porcentaje de violaciones denunciadas es sumamente bajo.

Una encuesta reciente de ámbito europeo reveló que las mujeres polacas denuncian menos casos de violencia de género en el ámbito familiar que las de los demás países de la UE. Como han mostrado investigaciones realizadas por Amnistía Internacional en Europa, este reducido número de denuncias ante la policía está asociado a una falta de confianza en el sistema de justicia penal y al temor de las víctimas a que no las crean.

A pesar de que el gobierno de Polonia tiene actualmente abiertos expedientes comunitarios por sus problemas con el Estado de Derecho, uno de los valores fundacionales de la UE, no hay hasta ahora una definición firme sobre las sanciones de la UE hacia el régimen polaco. A pesar de ello, día a día las organizaciones de mujeres y colectivos LGTB luchan contra la violencia imperante para restablecer los derechos que les han sido arrebatados en los últimos años y proteger a las nuevas generaciones que se ven vulneradas en su derecho a acceder sin discriminación a educación sexual, planificación familiar y el derecho a decidir sobre sus cuerpos. Desde aquí enviamos todo nuestro apoyo e intentamos dar visibilidad al grito de nuestras compañeras polacas “¡TO JEST WOJNA, NI UN PASO ATRÁS!”


Bibliografía


-Fauré Christine (1997) Enciclopedia Histórica y política de las mujeres. Europa y América. para lengua española (2010). Madrid; España. Ediciones AKAL


-Isabela Barlinska (2006) La sociedad civil en Polonia y Solidaridad. Madrid; España. Centro de Investigaciones sociológicas. Siglo XXI de España editores.


-Frencia Cintia; Gaido Daniel (2018) . Los orígenes del decreto soviético de legalización del aborto (1920) paper publicado en


-“Manteniendo a las mujeres en la oscuridad. Polonia y los derechos reproductivos”


-“Polonia - La sexualidad como batalla cultural” DW Documental visto en



-“El Tribunal Constitucional aborta los derechos de las mujeres en Polonia”


-“Por qué el Convenio de Estambul salva vidas”


-“Poland Is Trying to Make Abortion Dangerous, Illegal, and Impossible”


-“Sexuality Education in Poland: At the Heart of an Ideological War”


-“Poland: Reject New Curbs on Abortion, Sex Ed”


-“Comisión Europea lleva a Polonia ante la Justicia por presionar a jueces”


-“Jaroslaw Kaczynski, el verdadero hombre fuerte de Polonia”


-“Junto a la COVID-19, una pandemia en la sombra acecha a Europa: la violencia de género en el ámbito familiar”


-“Poland mulls law denouncing sex educators as paedophiles and gay activists”

European Contraception Atlas 2020.


Videos:

-Polonia: La sexualidad como batalla cultura. (30.03.2021)

https://www.youtube.com/watch?v=rAeo4GKK6eM


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