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Prevengamos el cáncer de mama

Por la doctora Illyani Jiménez.


El cáncer de mama es uno de los temas que más debería preocupar a toda mujer, ya que es uno de los cánceres más significativos a nivel mundial. Cerca de una de cada 12 mujeres enfermarán de cáncer de mama a lo largo de su vida, siendo este la principal causa de mortalidad en las mujeres. (En: www.who.int).


¿Qué es el cáncer de mama?


El cáncer de mama se origina en las células del revestimiento (epitelio) de los conductos (85%) o lóbulos (15%) del tejido glandular de los senos. Al comienzo, el tumor canceroso está confinado en el conducto o lóbulo (in situ), donde generalmente no causa síntomas y tiene un mínimo potencial de diseminación (metástasis).


Con el paso del tiempo, este cáncer in situ (estadio 0) puede progresar e invadir el tejido mamario circundante (cáncer de mama invasivo), y a continuación propagarse a los ganglios linfáticos cercanos (metástasis regional) u a otros órganos del organismo (metástasis distante) (En: www.who.int).


Existen diferentes tipos de cáncer de mama, los cuales serán clasificados no solo por su diseminación, sino por la localización del mismo. El Estadio y la localización son dos factores importantes que determinaran la agresividad y pronóstico de cada tipo de cáncer.


La importancia de la autoexploración


El cáncer de mama es un cáncer muy agresivo sino se detecta a tiempo, sin embargo, el aprender a conocer nuestro cuerpo puede detectar ese tumor antes de que empiece a invadir los tejidos circundantes.


La glándula mamaria consta de distintas estructuras que a lo largo del ciclo menstrual cambiaran según el funcionamiento hormonal. Para poder detectar la normalidad en nuestro debemos auto explorar constantemente nuestros senos en los distintos días del mes.





¿Cuáles son las fases de cambios en los pechos?


Los cambios que presentan los pechos se pueden catalogar en cinco fases que los van “alterando” de cierta manera a lo largo del ciclo menstrual.


1. Empezando el ciclo menstrual – Textura

Los pechos tienden a tornarse irregulares y un tanto nodulares o inflamados, a veces con una ligera sensación de dolor o mayor sensibilidad. También se puede tener la sensación de que los pechos se vuelven más grandes. Esto es debido a que las glándulas mamarias se dilatan previendo un posible embarazo.


2. Al final de la menstruación – Ablandamiento

Usualmente en los días 3 y 7 de tu menstruación, los pechos se tornarán un poco más blandos que de costumbre y se irán desinflamando, por lo cual se notarán más ligeros.

Durante este momento del ciclo los pechos son más pequeños, ya que el estrógeno y la progesterona alcanzan su nivel más bajo.


Se recomienda llevar a cabo la autoexploración de las mamas o realizar una ”mastografía “ en caso necesario, durante este momento, ya que es el momento menos “inflamado” dentro del ciclo menstrual.


3. Cuando se acerca la ovulación – Firmeza

Esta fase está comprendida alrededor del día 12-15 del ciclo menstrual. Durante este momento los pechos se tornan un tanto más abultados y firmes, debido a que empieza la fase folicular y existe la presencia de estrógeno, la cual mejora la elasticidad de la piel, lo que hace que el pecho se eleve.


4. Posterior a la ovulación – Mayor tamaño y densidad

Aproximadamente a partir del día 16 y hasta el final del ciclo, durante el transcurso del tiempo entre la ovulación y el inicio de la siguiente menstruación, la progesterona alcanzará su punto cumbre ocasionando que las mamas obtengan mayor tamaño y densidad. Cuando esto sucede es probable que sientas que tus senos se encuentran “tortuosos” o de cierta manera, inflamados.


5. Durante la semana premenstrual – Pechos “asimétricos”

Cuando los niveles de estrógenos están bajos, las mamas pueden tornarse un poco asimétricas e inclusive verse un tanto “desiguales”, este cambio debe regresar a su normalidad al llegar la menstruación, en caso contrario es necesario dar seguimiento.


Durante todo el ciclo menstrual debemos estar atentas a cualquier alteración en la forma, aspecto y textura de tus pechos, pues pueden tratarse de signos que te indiquen la presencia de afecciones médicas que deberán ser atendidas, o directamente que te alerten de la presencia de cáncer de mama.


Signos de alarma y probable cáncer de mama

  • Un bulto nuevo en la mama o la axila (debajo del brazo). Puede ser pequeño desde 1- 2 cm.

  • Aumento del grosor o hinchazón de una parte de la mama.

  • Irritación o hundimientos en la piel de la mama.

  • Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o la mama.

  • Hundimiento del pezón o dolor en esa zona.

  • Secreción del pezón, que no sea leche, incluso de sangre.

  • Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.

  • Dolor en cualquier parte de la mama.

Estos signos pueden coincidir con el de otras afecciones que no son cáncer de mama, es importante que sean revisadas por un profesional médico y descartar que pueda ser una tumoración cancerosa




¿Cómo realizar la autoexploración?





La importancia de la Mastografía regularmente


La mastografía es el estudio radiográfico mediante el uso de equipo especializado llamado mastógrafo, se utiliza para buscar anormalidades en la mama, ayuda a detectar el cáncer en sus etapas iniciales, cuando aún no es palpable por el personal médico o por usted misma. De cada 100 mastografías con resultado anormal, 40 son cáncer.


Existen dos tipos de mastografía:

  • La mastografía de detección se recomienda a las mujeres de 40 a 69 años de edad, sin que presente signos o síntomas sospechosos.

  • La mastografía de diagnóstico, la debe indicar un médico cuando a la exploración clínica o en el resultado de la mastografía de detección se presenta alguna lesión sospechosa.

En Alemania, la guía de práctica clínica recomienda el estudio a partir de los 50 años, siendo las edades de 40-49 opcionales dependiendo los factores de riesgo o detección de algún signo de alarma, a los 50 existe un programa nacional de screening de detección de cáncer de mama.


En mujeres menores de 39 años, se recomienda la visita al ginecólogo anualmente, quien revisará no sólo el área vaginal, sino que también realizará una exploración mamaria y linfática adecuada.


¿Qué factores aumentan el riesgo de padecer cáncer mamario?


Es importante tener presente ciertos factores de riesgo que pueden heredarse y evitar aquellos que se puedan. También apunta que se debe reconocer que entre el 70% y el 80% de todos los cánceres mamarios aparecen en mujeres sin factores de riesgo aplicables, y que solo del 5% al 10% tiene un origen genético por poseer los genes mutados BRCA1 y BRCA2.


Entre los factores de riesgo se encuentran:


El sexo: El tumor tiene mayor incidencia en mujeres, aunque también puede afectar a los hombres en una menor probabilidad.


La edad: El riesgo aumenta a medida que se envejece. El 60% de los tumores de pecho se localizan en mujeres de más de 60 años, y esta cifra aumenta después de los 75 años. Por eso es importante la autoexploración como parte de nuestra rutina, para reconocer los cambios por la edad.


La mutación de los genes BRCA1 y BRCA2:7 Si tenemos más de un caso en un familiar de primera línea (madre, hermana, tía o abuela) que haya sufrido de cáncer de mama existe la probabilidad que pueda tener este gen heredado, cuando se produce algún cambio en ellos, se relacionan con una mayor probabilidad de desarrollar el cáncer de mama. De hecho, recientes estudios parecen indicar que entre el 50% y el 60% de las mujeres que han heredado estos genes mutados pueden desarrollar la enfermedad antes de los 70 años.


El riesgo se duplica cuando la madre, la hermana o la hija han sufrido cáncer de mama. Si se trata de un pariente más lejano, como la abuela, la tía o la prima, solo aumenta el riesgo ligeramente.


La Raza: Las mujeres asiáticas e hispanas tienen una menor probabilidad de padecer este cáncer, mientras que las mujeres blancas presentan una mayor predisposición frente a las mujeres de raza negra. Desgraciadamente, aunque la raza sería un factor a favor para la gente latina, la mayoría de los casos de cáncer de mama y de las muertes por esa enfermedad se registran en países de ingresos bajos y medianos. Las disparidades del cáncer de mama entre los países de ingresos elevados y los de ingresos bajos y medianos son considerables. La supervivencia al cáncer de mama a cinco años excede del 90% en los primeros países, mientras que en la India y Sudáfrica es del 66% y el 40%, respectivamente.


Menstruación, menopausia y embarazo: Tanto la menstruación precoz, antes de los 12 años, como la menopausia tardía, después de los 55 años, se consideran factores de riesgo. Igualmente, el embarazo después de los 30 puede incrementar el riesgo a padecer esta enfermedad. Estos factores, aunque muy frecuentes, suelen tener poca incidencia sobre el riesgo de padecer cáncer.


Enfermedades no cancerosas anteriores en el pecho. Esto podría suponer un riesgo moderado en las mujeres que presentan muchos conductos mamarios.


Estilo de vida: Existen ciertos hábitos que parecen vincularse con un mayor riesgo de desarrollar el tumor en el pecho. Entre ellos se encuentra el consumo excesivo de alcohol y el sobrepeso. El utilizar la talla correcta del brassier ayuda a que no existan puntos crónicos de presión o molestia que en algún momento puedan generar una inflamación crónica local y eso desencadenar cambios celulares a largo plazo.



Literatura


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